El pasado 5 de junio se realizó el primer encuentro del Círculo Minero del ESE Business School, una instancia de diálogo que busca reunir a profesionales del sector para reflexionar sobre los principales desafíos que enfrenta la industria. En esta ocasión, el tema central fue "Permisos críticos para la inversión minera", y contó con la participación de Rodrigo Krell, secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP), como expositor principal. La actividad fue moderada por Natalia Yankovic, directora de Innovación Docente del ESE.
Durante su presentación, Krell compartió los principales hallazgos del informe "Línea Base y Rutas Críticas: Permisos Críticos para la Inversión Minera en Chile", publicado por la CNEP en junio de 2025. El estudio, solicitado por el gobierno en el marco del acuerdo del royalty minero, busca establecer una línea base para monitorear el avance en la reducción de los plazos de tramitación de permisos.
Krell explicó que el sistema de permisos en Chile ha crecido de forma inorgánica, generando una "permisología" que refleja un problema más profundo: la falta de evaluación sistemática de las políticas públicas y un deterioro en la calidad regulatoria. El estudio identificó 37 permisos críticos que pueden detener el avance de un proyecto minero, y analizó más de 6.000 trámites para mapear rutas críticas, plazos reales, interdependencias y riesgos.
Entre los principales problemas detectados se encuentran: plazos excesivos, altas tasas de rechazo, falta de predictibilidad, fragmentación institucional y judicialización. Algunos permisos pueden tardar más de cuatro años en resolverse, y otros presentan criterios dispares entre regiones o incluso entre funcionarios.
"El problema no es solo cuánto se demoran los permisos, sino la falta de certeza. Que no sepas si te van a pedir 10 o 20 pozos de sondeo, o si lo que te pidieron en una región será distinto en otra, genera un nivel de incertidumbre que inhibe la inversión", señaló Krell durante su intervención.
El informe muestra que los plazos de tramitación pueden alcanzar hasta 138 meses en proyectos complejos, lo que representa una barrera significativa para la inversión, especialmente en un contexto de creciente demanda global por minerales estratégicos.
Krell enfatizó que la solución no pasa por desregular, sino por regular bien, con un enfoque en la eficiencia, la proporcionalidad del riesgo y la mejora continua del aparato regulador. También destacó la necesidad de fortalecer los incentivos para los altos directivos públicos, mejorar la trazabilidad de los procesos y avanzar en la digitalización y coordinación interinstitucional.
La conversación posterior permitió a los asistentes compartir experiencias y reflexionar sobre cómo avanzar hacia un mejor sistema.
Este fue el primero de los cuatro encuentros que realizará el Círculo Minero durante el año.